viernes, 8 de agosto de 2014

[Tiempo de libros] Battle Royale

42 estudiantes
Sólo uno puede sobrevivir...


      Ya desde el principio esta sentencia nos resulta familiar, demasiado parecido a "Los Juegos del Hambre", ¿verdad? Es raro que a día de hoy quede alguien que no haya oído hablar de dicha trilogía (bien por los libros, bien por las películas), pero o que no todo el mundo sabe es que esa historia no es una idea original, sino que está basada en un libro que un autor japonés escribió hace ya más de una década.

      Allá por 1999, Koushun Takami publicaba el libro del que hoy voy a hablaros: Battle Royale. Desde entonces ha sido traducido a múltiples idiomas, se ha convertido es una serie de cómics y en una película, y más recientemente ha tenido un spin-off en forma de manga de la mano del mismo autor.

      La historia nos sitúa en la República del Gran Oriente Asiático, donde está prohibido el rock por ser considerado una música decadente. Este estado totalitario y controlador promueve la competitividad y el miedo, y como medio para evitar rebeliones se lleva a cabo el Programa, aunque oficialmente es una herramienta de experimentación bélica. El Programa consiste en que, cada año, 50 clases de tercer curso de distintos institutos son elegidas para que los estudiantes luchen a muerte entre ellos, para lo que son aislados en una isla. Las únicas normas del juego son sencillas pero estrictas: no pueden escapar, no pueden contactar con el exterior, y sólo puede quedar uno. Aparte de eso, todo está permitido con tal de ser el superviviente y ganador de este macabro juego...

      En sus páginas nos encontraremos asesinatos (algo bastante obvio), situaciones personales de diferentes personajes, sentimentalismos, persecuciones y momentos de acción trepidante, entre otras muchas cosas. Sentiremos lo mismo que sienten los protagonistas, sufriremos su dolor, compartiremos su miedo y sus dudas, cogeremos cariño a unos y odiaremos a otros, incluso puede que soltemos alguna lagrimilla.

      Lo más complicado, en mi opinión, son los nombres: 42 nombres japoneses, que para los que no estamos muy iniciados en el mundillo del japo resulta difícil distinguir siquiera si son de chico o de chica. Así que no es raro sentirse un poco perdido a la hora de identificar a todos los personajes y acordarse de si éste o aquel había salido ya, cómo era y qué había hecho. Aparte de esta nimiedad, el libro es 100% recomendable, entretenido y rápido de leer porque una vez que te atrapa entre sus páginas no quieres soltarlo.



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