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Si entonces llamó a los políticos “cobardes” por el rechazo a la aprobación de la ley, ahora ha dado un paso más al comparar su situación (y la de otros autores) con la de los niños enfermos de SIDA en África. Juzguen ustedes mismos:
"Demuestren que están a favor de los derechos.. De los derechos de los niños con Sida en África a tener medicación a su alcance. No me jodan con estupideces… Saben que los derechos de los creadores son legítimos (…) Y si después de todo esto todavía son capaces de poner en duda que una idea tiene que ser protegida entonces vengan conmigo a los pueblos de África y vean el talento y si no tienen huevos callense, cagones (…) Así que, ustedes pueden decirme a mí lo que quieran, pero aquí, los fascistas y los peseteros son ustedes que le impiden a los nuevos talentos tener un futuro, que no les importa que los trabajadores de la cultura que pierdan su trabajo”.
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Estas palabras fueron publicadas por un cantante de cuarto de pelo de cuyo nombre no quiero acordarme más.
Tras esta disparatada comparación...alguien con bastante más razón que éste personajillo ha decidido establecer su propia escala de derechos, dando importancia a aquellos que de verdad la tienen:
Añadir que esta iniciativa fue creada por el escritor Juan Gómez-Jurado, que fue retado por el cantante anteriormente citado, diciéndole que no sería capaz (por decirlo finamente) de colgar un libro suyo gratuíto en la web...dicho y hecho...y apoyando los verdaderos derechos.
Un aplauso para este escritor y para su iniciativa y para que otros autores se den cuenta de que hay muchas maneras de darse a conocer y de que la gente te lea/escuche/vea.