Pero por fin llegó el día marcado en el calendario, ese
ansiado 25 de julio, y allá que nos fuimos, dispuestos a aguantar el calor que
hiciera falta. Y he de decir que mereció la pena.
A las 22.30, puntuales, aparecieron Sidecars en el escenario.
Para ir abriendo boca hicieron un repaso por sus 3 discos, haciéndonos bailar,
saltar y cantar con su Chica fácil, Los amantes, Cremalleras, Contra las
cuerdas y Ya no tengo problemas. Aunque, como no podía ser de otra manera,
donde más se entregó el público fue con Fan de ti y De película. Supo a poco,
se echaron de menos muchas canciones, pero eran los teloneros, y no sólo no
decepcionaron, si no que a la gente que no les conocía mucho les dejaron con la
miel en los labios de disfrutar de un concierto entero suyo. Chapeau!
Una hora más tarde, con la Plaza de Toros de Ávila repleta de gente, hizo su
aparición Leiva junto con su Leiband, ¡y el público enloqueció! Abrió el
concierto igual que su segundo disco, Los cantantes fue coreada por toda la
plaza. Y así se sucedió una canción tras otra: Cerca, Aunque sea un rato,
Miedo, Vértigo, Afuera en la ciudad, Palomas… Sin que la música parase ni un
solo momento. Leiva no se olvidó de los años que pasó con Pereza, e hizo un
recordatorio de esos años con canciones como Animales, Como lo tienes tú o
Violento amor. Como buen músico y compañero, nos recomendó a todos que escuchásemos
a Jorge Marazu, cantautor abulense, por si alguno aún no le conocía, y le dedicó
una canción: Eme (de Marazu). Por supuesto, no podían faltar las geniales
Mirada perdida y Ciencia ficción; y la genialidad de Pólvora, sólo con Leiva en
la voz y la guitarra y César Pop a los teclados, no podía sonar mejor.
Pero lo mejor del concierto no fue todo lo que ya he
contado, pues los grandes músicos hacen que todo suene bien. Lo mejor fue ver a
ese grupo de grandísimos músicos divirtiéndose encima del escenario, un grupo
de amigos disfrutando con lo que hacían, y transmitiéndonos esa alegría y ese
buen rollo a todos, eso si que es una auténtica gozada, insuperable.
El concierto se nos hizo corto, pero ya se sabe que cuando
uno está pasándoselo bien no quiere que las cosas acaben, pero todo tiene que
tener fin. Esperamos poder volver a disfrutar de estos grandes artistas pronto.
¡Que no mueran nunca los cantantes!