Vale, quizá el título sea mucho más espectacular de lo que debería, pero había que atraer la atención de alguna manera, no? XD
Y es que parece que para llevarse bien conmigo es requisito imprescindible estar tan mal de la cabeza como yo. O quizá sea que mis idas de pinza sean contagiosas y basta acercarse un poco a mí para acabar siguiéndome la corriente y hacer las mismas tonterías que yo xD
El caso, hoy os explicaré la última que he hecho con la ayuda de mi compi de piso (si es que no se nos puede dejar solas... y menos aún si estamos aburridas y con el cloro de la piscina aún teniendo efectos en nuestras cabezas).
Todo comenzó una mañana de lo más aburrida, tras arduos intentos de estudiar y con un paquete de galletas en la mano. Visto que sólo nos faltaba volvernos azules y peludas para ser el monstruo de las galletas, empezamos a desvariar... Claro, ¿y si realquilamos las habitaciones cuando están vacías? Sí, pero podríamos hacerlas temáticas para que pareciera un hotel de verdad... Y así hasta convertir un trasterillo en cuarto de invitados, que tiene colchón, cama, mesita, perchero... ¿qué más se le puede pedir a una habitación? Vale, quizá un poco de espacio, pero ¿qué más da?
Y es que ¿a quién no le gustaría pasar alguna que otra noche en la habitación del amor? Quien dice noche dice días enteros, total, no hace falta salir de ahí, pides al servicio de habitaciones que te lleven la comida hasta la puerta y listo.
Si está todo pensado... Nadie diría que no sabemos de marketing y de esas cosas, ¿verdad?
Próximamente estableceremos precios y servicios y ¡el hotel estará listo! ¿Quién se apunta? xD