viernes, 13 de febrero de 2015

[Cinema Paradiso] Homecoming (vuelta a casa)


Esta noche he tenido el enorme placer de asistir al estreno de Homecoming (Vuelta a casa), un corto realmente original y hecho, literalmente, por amor al arte. Y cuando algo está hecho con amor, se nota.




Dirigido por Javier Noriega y protagonizado por Diego Molina, Lorena Pérez y Víctor Noriega, Homecoming cuenta la historia de Gabriel (Diego M.), un soldado español destinado en Irak durante la guerra de 2003, quien, al volver a casa, se encontrará de frente con sus mayores demonios... En esta breve historia de aproximadamente 20 minutos, Tony (Víctor N.), el barman favorito de Gabi, pone el punto cómico a la historia, recordando batallitas nocturnas y sacando alguna que otra sonrisa al soldado. Mientras que Lara (Lorena P.), la mujer de Gabi, muestra la otra cara de la moneda, la mujer que ha quedado sola cuidando a un niño pequeño mientras su marido se halla lejos, luchando en una guerra que ni siquiera es capaz de comprender.



La banda sonora es una auténtica joya, y tal como dijo el director antes del comienzo del corto, da un sentido a la historia que no sería posible sin la música. Y como guinda del pastel, a la salida de la proyección tuvimos a los músicos improvisando a capella en la calle, un coro celestial.

Pero lo mejor de la película, para mí al menos y desde la humilde opinión de quien sabe poquito de cine, fueron los actores. Diego nos hizo sentir toda la angustia y la tensión de Gabi, mientras que junto con Lorena nos transmitieron mil y una sensaciones distintas: ternura, tristeza, ese sentimiento de tener algo y que cuanto más intentas retenerlo más se escapa entre tus dedos... Pocas palabras pueden definir todo lo que transmiten desde la pantalla.

Y voy a poner punto y final, porque no quiero hacer spoilers. Lo mejor es verla y dejarse atrapar y sorprender por esa historia tan cautivadora, que tiene mucho más de lo que parece a simple vista.

Conclusión: recomendable 100%. Ahora sólo queda esperar que lo proyecten en algún sitio o que la distribuyan de alguna manera. Desde aquí, les deseo toda la suerte del mundo con esta aventura que, esperemos, no ha hecho más que comenzar ;)

martes, 10 de febrero de 2015

[Y la música sigue sonando] Pedro Pastor y Curioso Periplo en Valladolid


Pongámonos en situación: Valladolid, 9 de enero. Una fría noche de lunes. 
¿Se os ocurre un plan mejor que salir a descubrir un bar nuevo con música en directo? Y si eso implica conocer nuevos músicos, el plan se vuelve inmejorable, ¿verdad?
Pues justamente eso fue lo que decidí hacer ayer.

La cita era a las 9 en el bar Nunca Jamás. No sabía lo que me iba a encontrar allí, pero cuando me iba acercando ya sabía que me iba a gustar. Y no me equivocaba. El ambiente era estupendo, gente de buen rollo, pasando el rato entre colegas mientras esperaba a que empezase el concierto.

Cerca de las 9 y media, dos chicos en el escenario, guitarra y saxofón en mano, esperaban que las voces en la sala fuesen atenuándose. Y comenzó la magia de la música en directo... Curioso Periplo fueron los encargados de abrir el concierto. El sonido, a pesar de los inconvenientes que habían tenido antes del concierto, fue bueno. Sus canciones tienen mucho ritmo y en ellas mezclan diferentes estilos, algo arriesgado, pero consiguen hacerlo bonito, y el saxo da un toque musical al que la mayoría no estamos acostumbrados en conciertos de bar. Pedro Pastor subió con ellos al escenario para cantar juntos una canción, y ya de paso nos enteramos que ha colaborado en el cd que Curioso Periplo ha grabado hace poco. Pero el concierto no era del grupo pucelano, así que no se extendieron mucho, pero a modo de despedida tocaron una versión de una (o varias) canciones gallegas con las que pusieron en pie a los que estaban sentados y consiguieron que la sala entera bailara y saltara a su son. Buen indicador que se vayan dejando al público con ganas de más =)

Después de un pequeño parón para preparativos y retoques en escenario, sonido y demás tecnicidades, apareció Pedro Pastor, caminando por el escenario hasta juntarse con el público, sin guitarra, y nos deleitó con una primera canción con la voz desnuda, pequeñas maravillas de la música en vivo. Nos contó que le había costado venir a tocar a Valladolid por todas las trabas que pone la ciudad a la música, algo que los que vivimos por aquí sabemos ya demasiado bien, pero tengo que quitarme el sombrero ante el bar Nunca Jamás, porque está sabiendo buscarle las vueltas a las leyes y normas para conseguir que vuelva a haber conciertos en bares, ¡bravísimo por ellos! 

En fin, que me disperso, volvamos al tema.


Como decía, Pedro Pastor se metió al público en el bolsillo con canciones llenas de ritmo, mucha simpatía y una sonrisa que en ningún momento desapareció de su cara. Presentó su cd, "La vida plena", y alguna que otra canción nueva que va componiendo para su próximo disco. Y cuando al público se le trata bien, se nota, porque responde, y en este caso respondió con una participación de lo más activa, cantando, haciendo coros, dando palmas e incluso bailando. En general, la mayoría de las canciones fueron directas a remover conciencias, tocando temas de lo más diversos, reivindicando la paz, la memoria de España, criticando la situación actual, entre otros ejemplos.

 Y si el mundo se derrumba a nuestros pies, es cosa suya.

Como no podía ser menos, la colaboración fue de ida y vuelta, y Curioso Periplo volvió al escenario. Primero fue Charly quien acompañó al saxo en una canción de Pedro, y luego fue Nico quien subió para cantar a dúo una canción de Silvio Rodríguez, una auténtica preciosidad, todo sea dicho.

Por último, no quiero acabar sin dejar aquí plasmada una frase que dijo Pedro Pastor entre canción y canción y que a mí, personalmente, me tocó mucho, por eso la quiero compartir con todos vosotros:
"La vida plena es amor y rebeldía, 
no concibo una cosa sin la otra.
El amor no puede ser amor si no es rebelda
y la rebeldía no es rebeldía si no hay amor."


Y la libertad como forma de amar...